Max es un joven tímido que vive en un barrio marginal. Vio a un chico muy guapo llamado Julien, que salía con una pandilla de granujas. Sólo podía soñar con formar parte de la banda. No tiene la apariencia ni la actitud, pero tiene algo que Julien necesita: una boca dispuesta y un agujero profundo...
Dos jóvenes escorias tienen prisa, y con razón: ¡tienen una cita con un gay de la urbanización al que le gustan mucho las pollas! Con él, hay una manera de echar un polvo en modo discreto y disfrutar de la polla como nunca. ¡Llegamos a su casa, nos desnudamos y sacamos los zobs para un bombeo de altos vuelos ! Paladas babosas, mamadas profundas: las borlas rezuman placer mientras los machos gruñen con unas ganas furiosas de follar. Menos mal que hay un culo ahí fuera esperando a ser follado. ¡Venga tíos, vamos: duro desmontaje, se está poniendo caro el coño y está echando semen a tope !
Todo el mundo se fija en su vecino. Alto, masculino, guapo y carismático, se pasa el día persiguiendo chicos. Cuanto más pasivos, mejor. Le gusta follar culos jóvenes y lisos. Hoy un chico de lazo blanqueado le sirve su gran polla.
Hace unos días el joven Matthew intercambió números con un tipo que conoció en una tienda de comestibles. Le envió una foto de su bonito culo y su jugosa polla. Hoy ha sido invitado a un encuentro. Por supuesto, sabe que va a ser follado y utilizado como vertedero de esperma, pero eso es lo que le gusta.