Un joven latino vuelve a casa. La puerta del vecino está abierta y se da cuenta de que su vecino heterosexual, un ávido defensor del fútbol del equipo croata, se está sacudiendo su enorme polla monstruosa. Como buen vecino, el joven gay ofrece su ayuda. El futbolista acepta la propuesta y le da su polla monstruosa al pequeño gay hambriento. Cuando se da cuenta de que el maricón tiene un culo increíble, el hombre heterosexual lo folla como una chica, sin piedad. A partir de hoy, esta pequeña perra será su esclava.