El joven deportista francés Atlant pasa el rato delante de su bloque de apartamentos en el barrio en el que vive. Divisa a un corredor y se fija en él. El tipo se detiene y se acerca a él. Atlant lo arrastra hasta el sótano del edificio. Se la chupa en las escaleras al bajar y luego se mete la polla de 9 pulgadas del corredor por el culo en el aparcamiento subterráneo.